Quiero empezar diciendo que siempre es un orgullo poder entrar a ese edificio tan emblemático como es el de la Bolsa de Madrid, actual sede de BME. Tras asistir a la presentación de cuentas y tras oír en vivo que han
tenido una pérdida de 18 millones en 2012 en su resultado neto, único resultado
que resalta la prensa, quiero decir que estas pérdida se han debido: a un
mercado del níquel a la baja debido a que pese a la fusión entre Outukumpu y
Inoxum, éstos dos siguen compitiendo por separado tirando los precios a la baja,
a la sobrecapacidad de las fábricas de laminado de Acerinox y a los miniciclos
que suelen producirse en el mercado del acero con los clientes teniendo más
falta de liquidez en el último trimestre del año.
China es uno de los grandes problemas en este mercado, ya que no sólo ya
se autoabastece sino que creciendo a un ritmo de 2 millones de toneladas al año
podría ser una gran competidor en poco tiempo en zonas donde Acerinox tiene su
mayor actividad.